La Gloria le ganaba 2-0 a Brown en Puerto Madryn. Ignacio Cacheiro, ilícitamente, igualó en el cierre del partido.
Guillermo Brown se lo empató sobre el final a Instituto y fue 2-2 en Puerto Madryn. Pero la mayor bronca de Iván Delfino y sus dirigidos fue la forma: sobre la hora y con un gol con la mano.
Emiliano Endrizzi y Paulo Rosales habían adelantado a la Gloria por dos goles y la historia parecía estar sellada. En el primer tiempo el arranque no fue el esperado para los dirigidos por Gastón Esmerado.
Tras un despeje en un córner Emiliano Endrizzi la clavó en el segundo palo de volea y adelantó al Albirrojo. De contraataque los cordobeses mantuvieron la ventaja y resistieron los pocos ataques que tuvo Brown.
En el complemento, el local salió decidido y tuvo situaciones claras de gol, pero Brian Olivera en tres ocasiones, impidió la igualdad.
Cuando el empate estaba al caer, en el momento menos pensado Paulo Rosales estiró la ventaja y puso el 2-0.
Los ingresos de Santiago Giordana, Matías Galvaliz e Ignacio Cacheiro para reforzar el ataque, le dieron sus frutos al técnico de los portuarios y fueron determinantes en los minutos finales.
El descuento llegó por izquierda: Centro de Dematei y el ex Belgrano, Tobías Figueroa, de cabeza anotó su cuarto gol en el torneo.
En el tercer minuto de descuento de los cuatro que dio el árbitro Sergio Testa, Matías Nizzo vio la roja en Instituto por una supuesta agresión y, tras el tiro libre de Galvaliz, Giordana metió la pelota al centro del área chica y, cubriendose el cuerpo con ambas manos, Cacheiro la empujó.
Entre protestas y reclamos, el árbitro Sergio Testa fue asaltado por futbolistas gloriosos, que vieron como se le escapaban, injustamente, dos unidades.
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