En el estadio de Ferro, el Ciclón se impuso a La Unión por 87-81 y se impuso en la final por un categórico 4-0.
San Lorenzo consiguió cerrar la serie frente a La Unión de Formosa y se convirtió en el nuevo campeón de la Liga Nacional de Básquetbol.
En su vuelta a la competencia, el Ciclón se dio el gusto de regresar con un título y hoy lo logró al imponerse en el estadio de Ferro por 87-81, en el cuarto punto de la final.
Walter Herrmann, quien fue elegido el Jugador Más Valioso de la final de la LNB, encabezó la ofensiva de San Lorenzo con 19 puntos; mientras que Alexis Elsener fue el máximo goleador de la visita y el encuentro al terminar con 24 unidades.
Además de Herrmann, otros cuatro jugadores lograron llegar a los dos dígitos en el equipo conducido por Julio Lamas: Gustavo Aguirre (17), Bryan Matthew (14), Lucas Faggiano (10) y Bernardo Musso (10).
La primera edición de la Liga Nacional se disputó en 1985 y San Lorenzo fue uno de sus protagonistas. Aquella temporada, el Ciclón finalizó antepenúltimo y descendió a la Liga B, mientras que el campeón fue Ferro, al imponerse por 2-1 en la serie ante Atenas de Córdoba. Treinta años después, los azulgranas regresaron al mítico Estadio Héctor Etchart para conquistar su primer título barriendo a La Unión de Formosa en cuatro juegos.
En el 2012 Matías Lammens y Marcelo Tinelli llegaron para revolucionar el club, y aprovechando cada oportunidad que se les presentó lograron -en solo cuatro años- volver a los primeros planos. Dando el primer paso en el Pre-Federal (2013) para retomar la presencia nacional en el Torneo Federal (2013-14), pasando por el Torneo Nacional de Ascenso (2014- 15) para volver finalmente a donde pertenecen los grandes, a la máxima categoría.
Y no lo iba a hacer de cualquier manera. Las contrataciones de Julio Lamas (campeón dirigiendo a Boca 1996-97, Ben Hur 2004-05 y Libertad 2007-08), Walter Herrmann (campeón y MVP de las Finales 2001-02 con Atenas), Nicolás Aguirre (campeón y MVP de la temporada de la 2014-15 con Quimsa) y Marcos Mata (tricampeón con Peñarol del 2010 al 2012) los colocaban como los favoritos a quedarse con el trofeo.
Los nombres propios ilusionaban, pero había que tener éxito para demostrar estar a la altura de las posibilidades, una presión que supieron asumir con personalidad para hacer valer el esfuerzo. Debutando en la primera fecha con triunfo ante el último campeón Quimsa, transitando una temporada en la que finalizaron cuartos (30 victorias y 26 derrotas) en la Conferencia Sur, pero concluyendo en unos Playoffs donde confirmaron lo que se sospechaba: eran los máximos candidatos.
Desde aquel primer partido con Argentino de Firmat en el '85 hasta este último ante los formoseños. Tres décadas de espera, como bien dijo Edgar Allan Poe, "soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido jamás a soñar", para el regreso de un Cuervo que llegó para revitalizar la Capital Federal. Y con la vuelta a Boedo a la vista, este será solo el comienzo del mito.
— TyC Sports (@TyCSports) 24 de junio de 2016
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