Héctor Campana: "Mario Milanesio no merecía irse como se fue de Atenas"
“Pichi”, comentarista de Radio Universidad opinó sobre la salida del técnico de los griegos y sobre la dupla que se viene.
“Pichi” integra el panel de las transmisiones radiales de Radio Universidad. “No me gusta ver las cosas con antifaz o con un solo ojo, advirtiendo únicamente las cosas buenas y no las que se hacen mal”, arranca el exjugador de Atenas.
–¿Te condiciona de alguna manera el hecho de haber sido jugador de Atenas o tu relación con la dirigencia?
–Para nada. Porque más allá de que amo al club y que es el lugar donde he vivido las mayores alegrías de mi vida, trato de reflejar lo que veo: la realidad. Puede que algunas de las cosas que uno diga enoje a alguien o no caiga bien. En algún momento tuve que decir que veía actitudes infantiles de los jugadores, o que no sumaban al equipo y si después alguien se siente herido o tocado porque no es lo suficientemente autocrítico, debe saber que uno no lo hace con una intención peyorativa.
–En estas primeras transmisiones dejaste entrever un espíritu crítico marcado que muchas veces derivan en reclamos de los protagonistas. ¿Ya tuviste alguno?
–No, ninguno. Siempre digo que cuando se dicen las cosas con respeto, uno puede estar de acuerdo o no y la cosa tiene que terminar ahí. Hasta hoy, nadie me vino a reprochar nada y sí tuve comentarios del tipo “por fin dijiste tal cosa”.
–Llevás un par de meses en tu nueva profesión y ya tenés que analizar la salida de un excompañero tuyo. ¿Cómo viviste la salida de Mario Milanesio?
–Se veía venir, esto estaba hablado. Siempre dije que Mario es una persona que conoce el club, que sabe cuál es la historia de Atenas, que es uno de los que más quiere al club y me impresiona su amor para la institución. No lo he hablado con ningún dirigente ni le he preguntado sobre el tema, pero sé que él no se enteró personalmente de su despido. Por la historia de Mario en el club, no merecía irse como se fue de Atenas. Uno como dirigente puede tomar la decisión de continuar o no con un director técnico y está en su derecho de dar un cambio de timón. Mario no tiene que ser intocable y el equipo es lo prioritario. Si los que toman las decisiones creen que lo mejor es un cambio de entrenador, están en su derecho, pero no creo que lo correcto sea que Mario se vaya como se fue.
–¿En qué falló Mario?
–Hay una cosa que es real: las lesiones de sus jugadores. Nunca tuvo el equipo completo, pero las ausencias, no sólo condicionan al equipo, también brindan oportunidades a jugadores que habitualmente no tienen participación y pueden hacerlo más tranquilo. Atenas nunca pudo sostener una línea de juego, no tuvo regularidad y nunca pudo manejar los partidos. En varios partidos sacó diferencias importantes a sus rivales y luego no pudo sostenerlas. Cuando se venía la mala, no había quién parara la pelota. Si uno ve las posiciones, no está mal ubicado, pero tal vez las expectativas del juego no respondía a lo que querían los dirigentes.
–Según Mario, los dirigentes creen que tienen una “máquina trituradora de rivales y él dijo que se quedó con las ganas de ver su techo. ¿Cómo lo analizás vos?
–El básquetbol de hoy se ha igualado mucho respecto al tema físico. Si bien muchas veces hay resultados holgados, es muy difícil triturar a todos los rivales y ganar por mucha diferencia. Yo creo que Atenas tiene un buen plantel, un equipo es otra cosa. Y el equipo, hasta ahora, no se vio. ¿De quién es la culpa? De todos. Pero fundamentalmente del entrenador, que es a quien se contrata para el armado del equipo.
–¿Y que te parece la sucesión con Marcelo Arrigoni y Martín López?
–No me quiero extender demasiado en el asunto porque ese será el tema de nuestra primera transmisión de 2014. Sólo te anticipo que no creo mucho en las duplas técnicas.
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