Comienza la acción para el Football Americano Córdobes
En la Ciudad de Córdoba la diversidad deportiva es cada vez
mayor, y prácticas que hemos visto en alguna película o serie son cada vez más
frecuentes en la Docta.
Es muy común que un chico elija algún ejercicio poco
convencional antes que el fútbol. Existe un grupo de guerreros que entrenan
para llegar a ser como aquellos superhéroes de los Estados Unidos que usan hombreras
y cascos.
Coyotes, Dragones, Cóndores, Águilas y Centauros son los
equipos de nuestra ciudad que buscan todos los años un nuevo sueño. No les
importa la fama. Quieren divertirse un rato de una manera profesional como lo
requiere todo deporte.
Rompen con los estereotipos y se animan a practicar algo
diferente. Su punto de encuentro está en el Campo de Deportes de la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC), poco se parece al Michigan Stadium, estadio de
football americano de la Universidad de Míchigan, ubicado en Ann Arbor,
Míchigan, Estados Unidos que cuenta con capacidad para 107 mil personas, ¡una
verdadera locura!
Aquí no está Bruno Mars realizando su show durante varios
minutos cómo en el Super Bowl, nombre que se le da al partido final del
campeonato de la NFL.
Tampoco las grandes marcas ponen plata para promocionarlos.
Es todo diferente, es más sencillo, la afición son los familiares y amigos de
los jugadores; la equipación deportiva no la ofrece Nike o Adidas. No obtienen el
anillo de campeón. Todo se genera por las ganas, el coraje y la felicidad que
produce practicar un deporte. A pura valentía estos pibes se calzan los
botines, el protector bucal y salen a la guerra. Guerra que, como todo buen
deporte, se da solamente en la cancha.
Córdoba hoy cuenta con más de 80 jugadores, mostrándose muy
lejano a la exposición y convocatoria que tienen los partidos en Estados
Unidos. Poco parece importarles, cuando el árbitro da el pitazo inicial y
arranca una nueva esperanza, con sueños renovados y esa sensación de compartir
con amigos lo que más les gusta hacer: jugar al football americano.
La idea de todo esto es que los jugadores, antes de todo,
son personas y esos son los valores que esta disciplina ofrece: dentro y fuera
de la cancha son todos hermanos que se cuidan entre ellos como leones y
respetan al rival como a la madre.
Llega el sábado y el Campo de deportes de la UNC se
convierte en el mismísimo Neyland Stadium de Tennessee. Tercer estadio con
mayor capacidad de los Estados Unidos, 100 mil personas. Lo utiliza el equipo
de los Volunteers de la Universidad de Tennnessee.
Una hora antes del inicio del partido comienzan los
preparativos. Abren sus bolsos y empiezan a equiparse para afrontar un nuevo
cotejo. Se disponen para realizar el precalentamiento en las inmediaciones del
campo.
No importa la posición en la cancha, ya sean mariscales de
campo, receptores o corredores, aquí todos se mezclan. La contextura física no
es un impedimento. cualquiera puede jugar.
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